La evasión fiscal es definida como “el no pago de una contribución; no hacer el pago de una contribución es equivalente a eludir el deber de cubrirla. Se trata de la violación de la ley que establece la obligación de pagar al fisco lo que este órgano tiene derecho de exigir”.
Es decir, los contribuyentes ofrecen información falsa u ocultamiento de ingresos a fin de pagar menos impuestos o evitar incluso, hacer contribución alguna a la tesorería gubernamental, faltando a sus responsabilidades ciudadanas.
El estado establece por ley el recaudo de ciertos tributos para el país y, por ello, no se puede evadir la contribución.
La actividad gravada por el impuesto es realizada y ocultada al conocimiento de las autoridades tributarias y, para ello, utiliza métodos ilícitos para reducir la cantidad a pagar. Este tipo de evasión es ilegal y perseguida por la ley como delito penado.
Ejemplos pueden ser:
- Ocultación de ingresos
- Aumento ilícito de los gastos deducibles
- Adquisición de subvenciones injustificadas
La elusión fiscal es aquel comportamiento de los contribuyentes que busca eliminar, reducir o posponer su carga fiscal. La gran diferencia entre la evasión y la elusión fiscal radica en que esta última no utiliza medios ilícitos.
Los contribuyentes son libres de organizar sus actos, actividades y operaciones de la manera en que más convenga, incluido el ámbito fiscal. Por su parte, las autoridades están obligadas a respetar estas operaciones, atendiendo a los principios de legalidad y seguridad jurídica. Pero las autoridades pueden llegar a concluir que un contribuyente está “abusando” de esta libertad cuando su conducta resulta en ventajas fiscales fuera del objetivo y fin de la ley.
susana